Como bien dices, todo va cambiando y ese cambio es imposible pararlo. Si no nos damos cuenta de ello, es probable que se nos escape el tren y no podamos subirnos a el.
Esto creo que es lo que está pasando. El olor a crisis se empezó a sentir sobre 2007, pero nadie hizo nada, nos pusimos la venda en lo ojos y no quisimos ver nada.
Respecto a las relaciones laborales pasa lo mismo. Que yo recuerde, hace muchos años que no se ha producido una reforma laboral en condiciones, pero reforma reforma, no pequeños retoques. El tratamiento que se ha dado a las relaciones laborales desde hace 20 o 30 años no debería ser el mismo que en la actualidad. ¿Es que en 20 años no ha cambiado nada?. Pues si ha cambiado todo, queramos o no verlo.
La clave está en como realizar cambios sin cabrear a empresas y empleados. La solución está clara. Como ninguno está dispuesto a ceder, lo mejor es cabrear a los dos y hacer lo que es necesario, actualizar nuestro sistema al presente.
Un empleado debe trabajar sin miedo, sin presión y sin el yugo que pueda suponer la pérdida de su empleo. Un empresario no tiene que soportar a un empleado que no cumple con su trabajo, que no desea aportar, que no se identifica con su empresa o que no lucha por ella y encima pagar un coste altísimo por desprenderse de el.
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