viernes, 26 de noviembre de 2010

Talleres concertados y talleres desconcertados.

La figura del taller concertado está siendo criticada duramente en los últimos tiempos.




Pero no nos equivoquemos los talleres concertados no son un invento de la crisis. La concertación de talleres lleva más de diez años practicándose. Con sus ventajas e inconvenientes, en su momento se tomó la decisión de probar ese formato de colaboración. Entre las ventajas, se han exigido ofertar unos servicios y unos estándares de calidad por encima de lo que el mercado demandaba. Realizar una atención al cliente personalizada, sabiendo lo importante que este significa para su negocio. Esto les ha permitido estar algo más preparados ante posibles cambios bruscos en nuestro sector.
No podemos culpar a los grandes talleres, con mucho personal y con una capacidad productiva muy elevada, que en su momento se viesen obligados, a tomar la decisión de hacerse concertados, ante la necesidad de mantener su producción a todo gas.

Comprendo que todo esto genera malestar ante otros talleres más pequeños y sin concierto con alguna aseguradora. Las condiciones actuales del mercado son muy duras, y los nervios están a flor de piel. La lucha diaria por sobrevivir es muy exigente.

Los grandes talleres sufren las mismas condiciones, es más, su responsabilidad es muy importante, como es mi caso, del el viven diecisiete familias. Como cualquier otro taller, grande o pequeño, lo que quiere es sobrevivir. Solo utiliza sus armas para conseguirlo.

Lo de los inconvenientes lo dejo para otro artículo, pues me faltaría hoja. Son culpables de buscar la rentabilidad de su negocio, tomando las decisiones empresariales más adecuadas en cada momento. Pronto habrá que tomar nuevas decisiones, que seguramente sorprenderán. No harían mal las aseguradoras en no subestimar a todos los talleres grandes o pequeños.

¿Tú que hubieses hecho si te hubiesen ofrecido ser taller concertado?

Publicado en blog Infocap el 19-11-2010.

Presupuesto telefónico, es lo que se lleva.

Vaya semanita llevamos con dichoso teléfono. Lo que se lleva es coger tu tarifa plana, sentarte en el sofá y pedir ciento y un presupuestos a otros tantos talleres para el cambio de unas escobillas.


Sí, nuestro entorno está cambiando y a pasos agigantados. Por suerte algunos pensamos que sigue existiendo la ética. Si, señoras y señores, esa es la moda, llamar por teléfono y pedir presupuestos a diestro y siniestro, hasta encontrar el chollo o la desesperación.

Escobillas, lámparas, baterías, cambios de aceite, tornillos, etc., todo vale. Pero, ¿lo que más le interesa es el precio?. ¿Y el servicio?, ¿y la calidad del recambio?, ¿y el tipo de aceite?, ¿y el trato del profesional que le atiende?. Por eso nadie pregunta, y en realidad es lo más importante.

Lleve su vehículo a donde usted crea oportuno, es su derecho, pero no mire solo el precio. Por encima de él, existen otras cosas que son mucho más importantes y que más tarde o más temprano repercutirán en su bolsillo.

La confianza es lo primero, nunca iré a comer a un sitio que no me inspire confianza. Donde el cocinero no me agrade, donde dude si el camarero metió el dedo en mi plato y si mi cuenta ha engordado. Con todas esas dudas solo puedo coger un dolor de barriga y aunque me este comiendo una delicatesen pensaré que como comida para gatos.

¿Vosotros que preferís, servicio y calidad o el precio más bajo?.

Publicado en blog Infocap el 05-11-2010.

Mi marca es la mejor.

En los últimos años, muchos talleres, hemos sufrido un acoso por parte de algunos agentes externos que pretendían colocar su marca por encima de la nuestra en nuestra propia casa.

Podemos pertenecer a una red mecánica, a una red de pintura de automóviles, a una red de talleres concertados e incluso a una red de material de oficina o de papel higiénico.

Es posible que todas aporten valor a nuestro taller, nos den formación, información o medios para ser más rentables.

Pero nunca debemos subestimarnos, tenemos más fuerza de lo que nos pensamos. Nuestra marca es nuestra fuerza y por encima de redes, logos y demás está nuestra marca.

Las redes van y vienen, pero nosotros siempre estamos ahí. Dar a conocer vuestra marca y nunca dejéis que os tapen ni una coma. Trasmitirlo a todos los departamentos de vuestro taller, todos los que forman vuestro equipo deben sentirse orgullosos de trabajar en vuestra empresa y cuando acudan a la misma deben contagiar ese compromiso.
Publicado en bolg Infocap el 25-10-2010.

Los clientes, lo primero.

La atención al cliente es el gran descubrimiento de muchas empresas que la tenían olvidada.

Os aseguro que el esfuerzo que estamos realizando muchas empresas por satisfacer los deseos de nuestros clientes es inmenso. Por la parte que me toca no es de ahora, ya llevamos mucho tiempo en esa senda.
He de decir que el cara a cara con el cliente es una de las cosas más complicadas que existe. Nuestra intención es siempre realizar un trabajo de calidad y causar los mínimos problemas al cliente entregándole el vehículo lo antes posible. Pero existen muchos factores que pueden actuar en contra de esos objetivos y que en ocasiones no podemos controlar.

Desde aquí quiero pedir a esos clientes que en ocasiones se pongan en nuestro lugar, nuestro interés es común. Nosotros no somos el problema, somos la solución.

Mi filosofía es, antes de exigir a los demás, primero me exijo a mí mismo y no pido a los demás lo que yo no soy capaz de hacer.

Publicado en blog Infocap el 15-10-2010.

Los peritos y sus ovejas negras

En el gremio de los peritos como en cualquier otro también existen las ovejas negras.

Son fácil de identificar aparte de por el color. Entran en tu taller con cara altiva, mirándote por encima del hombro, pensando que somos unos pobres diablos y fáciles de engañar.

Son la lacra de su profesión, aunque podríamos contarlos con los dedos de la mano, lo triste es que existen. Yo no los llamaría peritos. No hay nada peor que hacer mal tu trabajo a propósito y saber que estás intentando engañar a una persona. Por la noche cuando se acuestan deben de sentirse tan insignificantes que les debería dar vergüenza levantarse.


Existe una gran diferencia entre ellos y yo. No reparamos los vehículos mirando la valoración en todo momento, aplicamos el mismo nivel de calidad en todas las reparaciones, sea cual sea la peritación. En algunas podemos no ganar lo estipulado. Pero al terminar la jornada uno se va a su casa sintiéndose orgulloso del trabajo realizado.

Pero no podemos dejar que se salgan con la suya, tenemos que echarlos del sector, denunciar todas sus artimañas y conseguir que sus propios compañeros los señalen con el dedo.

Nosotros tenemos nuestros medios para intentar parar a esos que desprestigian una profesión tan digna como cualquiera. Debemos conocer como el abecedario los sistemas de valoración, cual aplica cada aseguradora, cuando un color es perlado, cuando una pieza es de aluminio, si lleva barniz cerámico, etc. Evidentemente nosotros lo conocemos, pero lo que debemos es plasmarlo en nuestra valoración y entregárselo. El poner o no esas opciones puede hacer que nuestra peritación varíe considerablemente. Lo que falla no es el sistema, este funciona, siempre que se aplique correctamente.

Si con todo eso no conseguimos obtener una valoración justa y objetiva. Yo recomiendo plantarse y trasladar al cliente, para que este lo traslade a su compañía, la disconformidad con el trabajo del mal llamado perito.


Si todos actuamos igual, al final acabaremos con las ovejas negras y no sufriremos sus atracos.
Publicado en blog Infocap el 07-10-2010.

Escuchar y saber trasmitir

Tenemos que escuchar a nuestros clientes, descubrir qué es lo que realmente desean y dárselo, pero como él quiere y en su mismo idioma, sin tecnicismos.

Muchas veces pretendemos dar un curso acelerado a un cliente a la hora de explicarle la reparación efectuada. Ponemos cara de incrédulos cuando nos damos cuenta de que no se entera de nada. Pero lo más normal es eso, que no entienda nada.

Hablemos su mismo lenguaje y pongámonos en su lugar. Hay que trasmitir pensando en nuestro receptor.

Si para decirnos que nos suben un impuesto, primero nos dan un discurso sobre macroeconomía, seguramente nos sentiríamos como ese cliente nuestro.

Pensando que nos están tomando el pelo.

Publicado en blog Infocap el 3-10-2010.

Aseguradoras y talleres, enemigo íntimos.

He intentado ponerme en lugar de las aseguradoras y creo que haría lo mismo que ellas: intentar ganar dinero. Sin embargo, se deben cuidar las formas. Parecemos los talleres meros "costes".

Por un momento me he puesto en lugar de las aseguradoras y me he preguntado qué haría yo. Le he dado muchas vueltas y creo que lo que haría es lo mismo que hacen ellas, ganar el máximo de dinero. Otra cosa son las formas, pero el fin sería el mismo.

Como cualquier empresa, utilizan sus recursos para vender el máximo con los mínimos costes. Y ahí es donde entramos nosotros, en los “COSTES”. Sí, para ellas eso es lo que somos. No podemos criticarlas por comportarse como lo que son, grandes empresas.

Ahora bien, en este nuevo contexto, los talleres tenemos mucho que decir. Sólo nosotros podemos decidir nuestro futuro. Eso está en nuestras manos.

Publicado en bolg Infocap el 01-10-2010.

Preparado para debutar

Sí amigos, me encuentro como un niño con zapatos nuevos. Perdonadme por la confianza de llamaros amigos sin conoceros aún, pero creo que con el tiempo llegaremos a serlo. No soy experto de nada, sólo pretendo contar mi día a día en el taller y aportar así mi granito de arena en la dura tarea de gestionar una empresa de reparación de automóviles.

Probablemente, muchos de mis comentarios no sean compartidos e incluso alguno equivocado, pero para eso es este medio, para dar cabida a todos los puntos de vista, unos se compartirán y otros no. Pero he de deciros que sin vosotros, por mucho que yo comente, no tendrá sentido. Yo también estoy aquí para aprender y espero hacerlo con vuestras experiencias y opiniones.

Seguro que os preguntáis, ¿éste quién es?. Mi nombre es José Joaquín y tengo 37 años. Comencé a trabajar en el verano de 1988 en el taller de mi tío. La intención era sacar algo de dinero en las vacaciones y proseguir estudiando. Pero una vez puse el pie en el taller, hasta la fecha de hoy, no me he movido. Comencé de aprendiz de chapista, era un taller pequeño. Con el tiempo dejé el mono y pasé a dedicarme plenamente a la gestión. He vivido la transformación de un taller con 5 empleados a uno con 17 y con el consiguiente cambio de instalaciones. Ese cambio me aportó mucha experiencia y situaciones, que en muchas ocasiones te ponen a prueba.

Publicado en bolg Infocap el 13-09-2010.

Beduinos, me visto o me disfrazo

El debate está servido. Nos sobra nuestro traje de cuartelero, el calor, el color, la tela, la forma, etc. Todo son excusas.
¿Que podemos hacer?. Yo creo que es fácil si respondemos a la siguiente pregunta tendremos la solución, o por lo menos nuestra solución, cada uno la suya.
¿Por que me pongo mi traje de cuartelero?
Muchos de mi filá lo llevan, la gente va por la calle con disfraces similares, no quiero desentonar, llevando el chaleco me sobra, las botas no me pegan y el barret no me gusta.

Mi traje de cuartelero es mi identidad, me siento orgulloso de pertenecer a los Beduinos, el calor no me importa, el pantalón está sucio pero ni me entero,el raso de mi camisa de gala me va de cine, las puntas de mis botas no dejan de mirarme, pero les digo "aún no toca descansar", el fajín me viene de miedo, el barret es una pasada con mi pin de la filá y con mi pañuelo y mi ceñidor soy el amo de la calle.


A mi se me ha visto el plumero, pero esto es simplemente mi opinión, seguramente este equivocada bajo el punto de vista de muchas personas.
¿Y tu te vistes o te disfrazas?.

Publicado en blog Beduinos el 05-11-2010.